Proyecto de reforma a la justicia que se base en la verdad, propone el presidente Gustavo Petro

  • El primer mandatario planteó a las altas Cortes integrar una comisión que se encargue de estudiar las necesidades de esa reforma judicial y redacte el proyecto para presentarlo al Congreso en 2024.

Los días que estamos viviendo, indudablemente, son días muy difíciles en el contexto mundial. No voy a entrar a… mis posiciones han sido públicas al respecto, pero indudablemente estamos muy cerca, cada vez más cerca de una conflagración mundial si no se dan pasos hacia la paz de manera inmediata.

La posibilidad de la entrada de Irán en el conflicto, que está muy cerca, prácticamente juntaría las dos regiones que hoy están en guerra, la Ucrania, y habría indudablemente una conflagración mundial.

Y ese peligro que a nadie conviene, nosotros nos veríamos perjudicados, ya lo vimos con la inflación mundial de alimentos, lo que impactó en el país en términos de crecimiento de la pobreza y el hambre en general, pues habría unas consecuencias que muy similares tendrían que ver con alza de precios de alimentos y con carestías energéticas, como si la situación no fuese ya dramática en esos aspectos.

Se está rompiendo el derecho Internacional

Entonces, si algo uno puede observar de este conflicto es que se está rompiendo completamente el Derecho Internacional. Las cosas, todos los días pasan cosas, queda uno perplejo, digamos. Una bomba en un hospital, 500 muertos, pues indudablemente eso nada tiene que ver con el Derecho Internacional, es una ruptura abierta del Derecho Internacional, ocupaciones de países, invasiones y la guerra que en sí mismo es la ruptura de la justicia en realidad.

Y esta circunstancia mundial se agrava por el contexto que siempre he delineado en estas reuniones con ustedes, en estas posesiones, que es la crisis climática. Es decir, como que no quisiéramos ganar y aprovechar el tiempo que nos queda, nos matamos entre nosotros antes de tomar las soluciones definitivas a un hecho como el cambio químico, la atmósfera, que puede traer, como todos sabemos, la extinción de la vida.

La extinción de la vida

Como si no fuera importante la extinción de la vida, de la especie, entonces el tiempo que nos queda nos estamos matando entre nosotros y es una manera bastante torpe para asumir un problema tan delicado como la vida en el planeta.

Pareciera que la vida no la quisiéramos, pareciera que la vida no fuese el objetivo último de cualquier política, de cualquier acción del ser humano, siempre reproducir la vida, preservarla, ampliar la intensidad de la vida, es el objetivo de cualquier ser humano y, sin embargo, lo que tenemos al frente es lo contrario: una destrucción integral de la vida, no sólo por los casos particulares de la guerra, sino por las circunstancias de transformación de la atmósfera que pueden acabar, uno de los hechos más hermosos de todo el universo, todavía nada que encontramos algo similar.

La vida, entonces, es la base de un accionar, de una política, es la base de la justicia, en mi opinión. Paz y vida son dos conceptos que, como una consigna casi, englobarían lo mejor de nuestros esfuerzos en el mundo y en Colombia. Paz y vida debería ser la consigna central del accionar del Estado y de la sociedad. Paz y vida implica la construcción de doctrinas jurídicas, como viene sucediendo ya desde la Constitución del 91, que nos permitan un Estado eficaz en relación a la vida y en relación a la paz. El Consejo de Estado en múltiples ocasiones ha terminado con sentencias, con fallos que tienen que ver indudablemente con la vida y con la paz.

El esfuerzo de este Gobierno es la vida y la paz. Si no podemos ampliar la vida en Colombia, si no logramos detener la guerra fratricida que prácticamente cobra muertos todos los días simplemente por codicia, no es una guerra ideológica ya.

Violencia y paz

Esos ecos del pasado apenas sí son ecos, es una guerra y una violencia que se viene construyendo alrededor de las economías ilícitas, tiene la misma geografía de las economías ilícitas, las economías ilícitas están financiando la violencia en Colombia.

Esa fase que queremos terminar ahora, hemos dado ya pasos, no tan rápido como quisiéramos, el proceso de paz con el ELN, el proceso de paz que empieza con mucho titubeo, con lo que han llamado las disidencias, la ampliación de los espacios de negociación del Gobierno, la posibilidad, y es apenas una posibilidad, de que esos procesos terminen, sacando miles y miles de hombres y mujeres de la violencia y de la guerra, que sería prácticamente ya un paso definitivo hacia poder establecer una era de paz en Colombia, cuánto quisiéramos que eso fuese así.

Una era de paz necesita justicia, una era de paz necesita contener el poder, en alguna ocasión hablábamos en alguna conferencia por allí, citada por el Consejo de Estado, de cómo esta institución había nacido a la luz del mundo, en Francia creo que fue el primer experimento, para contener el poder, de ahí la palabra contencioso, contener el poder.

Pero el poder desde el momento en que se fundó el Consejo de Estado francés a la fecha ha variado sustancialmente, el poder ya no está propiamente dentro del Estado como antaño, el poder se ha disgregado empezando porque adquiere una escala globalizada donde un Estado queda siempre pequeñito para resolver y decidir, un poder globalizado, un poder que se mueve de manera fáctica, no elegida, poderes económicos enormes que han concentrado la riqueza mundial de una manera nunca antes vista, por lo menos de acuerdo a los estudios de Piketty, ha aumentado la desigualdad social en el mundo.

Ese contencioso administrativo, por tanto, va adquiriendo otras connotaciones a través del tiempo, porque si el poder ya no está en el Estado como antaño, si el poder se ha disuelto por poderes fácticos, no elegidos, ¿en dónde está la contención del poder? ¿Cómo se puede contener el poder si ya no es simplemente el contencioso del Estado, sino si los poderes fácticos son muchísimo más poderosos que incluso muchísimos Estados juntos, cómo se podría plantear en el mundo de hoy un contencioso?

Y es una pregunta que se hizo en esa conferencia, quizás los poderes fácticos, como lo sabemos, están destruyendo la vida, están destruyendo la vida, cómo se contiene esa posición mortífera que, por ejemplo, está cambiando la química de la atmósfera, poniendo a toda la humanidad en peligro ¿Cómo se contiene ese tipo de poderes fácticos?

Reforma a la justicia

Es una idea que deberíamos plantear en la posibilidad de una reforma a la justicia, que queremos adelantar el año entrante, no es ya el periodo para ello, hemos hablado con las Cortes sobre la posibilidad de tener una comisión que estudie qué es lo esencial para una reforma a la justicia. Hay varias malogradas, porque siempre se construyeron sobre la base de reformar la cúpula, es decir, el poder del poder judicial, pero nunca se pensó en la justicia en términos de volverla más efectiva, de acabar la impunidad, de acercar el juez al ciudadano, que en muchos territorios ni se conocen, cómo llevar jueces a la ciudadanía en la Colombia profunda, cómo lograr que la ciudadanía tenga justicia.

Esa reforma a la justicia indudablemente tendría que plantearse, lo dijimos creo que en Girardot, alrededor de la verdad. La función de la justicia por la verdad, la verdad que ha podido florecer de la justicia transicional recientemente creada, pero yo creo que toda actuación judicial debe corresponder a una búsqueda de la verdad, y la verdad debe tener mecanismos eficaces para encontrarla, que incluso implica, como lo demostró la justicia transicional, en el caso penal la rebaja de penas, la negociación de penas con tal que aparezca la verdad.

Si la verdad es más eficaz a partir de penas más bajas o de instrumentos de colaboración con la justicia, indudablemente ese debería ser el objetivo del Poder Judicial en Colombia: la verdad, porque la verdad es la base de la paz, como también ya nos hemos dado cuenta en nuestra historia contemporánea. La verdad es lo que permite desactivar las violencias, es lo que permite construir una era de paz.

Una justicia alrededor de la verdad, que sería como el objetivo de la reforma que estábamos proponiendo, debe ser consensuada con ustedes, en general con el Poder Judicial. Y por eso nos gustaría que hubiera unos comisionados, unas personas que puedan integrar la comisión que redactará la reforma a la justicia, que provengan de las Cortes, que puedan ser designados para trabajar conjuntamente con el Gobierno la posibilidad de una reforma a la justicia que acerque la justicia al ciudadano, que la vuelva eficaz y que coloque la senda de la verdad como la senda certera de la justicia, para que paz y vida, que hoy parece escasear en el mundo, se vuelva el eje constructor de la sociedad colombiana.

Gracias, muy amables felicitaciones. Gracias magistrados, ya tendremos oportunidad, seguro de conocernos, de discutir temas que tendrán ustedes en su quehacer diario, pues el trabajo de cuidar, de mirar desde la luz del Derecho los actos del Gobierno. Entonces, felicitaciones por su nueva carrera y bienvenidos. Gracias. Gracias.

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