El problema de las microempresas en Colombia radica en que son «invisibles» para la política pública, las instituciones y la misma sociedad, por lo que urge un trabajo «más decidido» desde el Gobierno para afirmarlas como el motor del desarrollo económico del país, aseguraron expertos en Medellín.
Esa conclusión fue presentada en el conversatorio «Retos presentes y futuros de la empresa micro en Colombia», organizado por el Centro de Estudios de la Empresa Micro (CEM).
Para el director ejecutivo de la Corporación Interactuar, Fabio Andrés Montoya, el país, así como Latinoamérica, está «lleno de microempresas», pero no lo identifica como una dificultad, «el problema es que no tienen condiciones» y conviven con temas culturales de desconfianza «muy profundos».
«Las microempresas son invisibles para la política pública, para las instituciones, para la misma sociedad, para la mediana y gran empresa. Necesitamos trabajar a fondo para corregir muchas de las situaciones que hoy presentan», aseguró Montoya, quien moderó y planteó varias reflexiones al panel este miércoles.
Incidir en la política pública
Por su parte, la presidenta del comité ejecutivo del CEM, Paola Mejía, dijo a Efe que son pertinentes estas conversaciones para encontrar una ruta de desarrollo «real» para la empresa micro, al considerar que es un «buen momento» para incidir en la política pública y trabajar por la productividad de este tipo de negocios.
«Si no son visibles para el Gobierno y para quienes trabajamos en el tema de desarrollo, no podemos hacer nada. Eso genera una desconfianza de doble vía», afirmó Mejía
Subrayó, además, que Colombia es «un país de microempresas».
Bajo ese concepto, la experta señaló que al poner sobre la mesa los retos de la microempresa «todos deberíamos tener en la cabeza que estamos hablando de la fuerza laboral más importante de este país».
En ello coincide Montoya, como cabeza de Interactuar, una corporación de desarrollo social que atiende a cerca de 49.000 empresarios, quien invitó a dar una mirada de «360 grados» a este tipo de negocios, que necesitan, según su opinión, de un trabajo «más decidido» desde el Gobierno, las instituciones, la academia y el sector privado para que «de verdad sean ese motor de desarrollo económico para Colombia».
Informalidad, empleo y protección social
Según la vicepresidenta de Competitividad y Cooperación de la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio (Confecámaras), Yeinni Patiño, ser informal también se asocia en muchos casos a «no ser visible» para la política pública.
Por eso considera necesario diseñar una ruta hacia la formalización, pero primero requieren conocer cuál es la situación de los microempresarios y cuáles son sus necesidades.
«Hay que enfocarnos en que las empresas sean más productivas y sean sostenibles, que puedan sacarla del estadio con lo que producen y que generen empleo. En esa medida, nos va bien», afirmó la experta.
Entretanto, para el jefe de la Misión de Empleo, Darío Maldonado, resulta necesario revisar bien el camino que debe recorrer Colombia para mejorar en términos de «empleo» y «protección social».
Reseñó que, de acuerdo con un estudio presentado en enero por la misión, en Colombia el 97 % de las empresas tienen de uno a tres trabajadores y el 81 % de esas son informales.
Misión de Empleo es una iniciativa creada por el Ministerio del Trabajo de Colombia y el Departamento Nacional de Planeación para diseñar estrategias y políticas que permitan hacerle frente al deterioro del mercado laboral.
«Necesitamos poner el foco sobre la protección social y el empleo», remarcó Maldonado en el conversatorio.
Lamentó, además, que en Colombia existan «muchos desincentivos» para entrar en la formalidad y advirtió que no existe una «solución fácil» a los problemas de empleo: «No hay una reforma única, sino una mirada integral».
Por su parte, el director académico de la Misión Alternativa de Empleo e Ingresos, Ricardo Bonilla, opinó que el verdadero problema del país está en «no construir oportunidades y acostumbrarse a una tasa de desempleo de dos dígitos».
También expresó que el acceso a la seguridad social debe ser «universal», pero con la creación de unas condiciones para que se dé esa «universalidad» al entender que «no puede haber colombianos de primera, de segunda ni de tercera (categoría)».