La carga emocional de vivir con endometriosis: una enfermedad que afecta a 3,5 millones de mujeres en Colombia

Bogotá, octubre de 2025.
Dolor crónico, agotamiento constante y una carga emocional invisible marcan el día a día de 3,5 millones de mujeres en Colombia que viven con endometriosis, una enfermedad que provoca inflamación, dolor intenso y, en muchos casos, infertilidad, afectando profundamente la vida personal, sexual y emocional.

En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, expertos y pacientes coinciden en que la endometriosis combina el sufrimiento físico con un alto costo psicológico. Ansiedad, depresión, dificultades de concentración y aislamiento social son algunas de las consecuencias más frecuentes. Además, el diagnóstico puede tardar entre 7 y 10 años desde los primeros síntomas, debido a la falta de información y a la normalización del dolor menstrual, lo que prolonga el sufrimiento y amplifica las secuelas emocionales.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que los trastornos de ansiedad y depresión pueden limitar gravemente la vida diaria, el estudio, el trabajo y las relaciones personales. En el caso de la endometriosis, el dolor puede ser tan intenso que interrumpe la rutina académica o laboral, afectando el desarrollo profesional y el bienestar social de las mujeres.

“El dolor crónico asociado a la endometriosis es persistente, incapacitante y con frecuencia limita a las mujeres incluso en actividades básicas de su vida diaria. Además, la incertidumbre y el retraso en el diagnóstico incrementan la ansiedad, la depresión y el deterioro de su calidad de vida. Por ello, resulta esencial un abordaje integral y multidisciplinario que responda a las diferentes necesidades de cada paciente”, explica el Dr. Juan Guillermo Reyes, Director de Asuntos Médicos de J&J MedTech.

El costo personal de una enfermedad crónica

Un estudio de la Universidad de Granada, con 230 mujeres diagnosticadas, reveló que la mitad presentaba fatiga severa, ansiedad, depresión, disfunción sexual, mala calidad del sueño y sentimientos de hostilidad. Estos síntomas, sumados al dolor pélvico crónico, afectan la calidad de vida y dificultan las tareas cotidianas.

Luz Marina Araque, presidenta y fundadora de la Asociación Colombiana de Endometriosis e Infertilidad (ASOCOEN), señala: Vivir con dolor constante desgasta la mente, altera el sueño, genera ansiedad, desesperanza y tristeza. Pero cuando una mujer entiende que no está sola, que su dolor es real y merece ser atendido con dignidad, empieza a recuperar el control”.

Con el propósito de visibilizar esta condición y promover una atención oportuna, Johnson & Johnson MedTech, en alianza con ASOCOEN, impulsa desde 2022 la campaña #NoEsNormal, que busca sensibilizar y educar a mujeres en edad reproductiva sobre los síntomas de la enfermedad. La detección temprana es clave para mejorar la calidad de vida y reducir el impacto emocional.

Qué hacer frente al impacto emocional

Los expertos coinciden en que el tratamiento debe ser integral, combinando atención médica especializada con acompañamiento psicológico, apoyo familiar y redes de contención emocional.

“El acompañamiento debe ser multidisciplinario y las decisiones deben construirse junto con la paciente, revisándose periódicamente para ajustar la atención a sus necesidades”, afirma el Dr. Reyes.

La intervención psicológica especializada puede marcar la diferencia incluso cuando el dolor persiste. La empatía, la escucha activa y la comprensión resultan tan determinantes como el tratamiento físico.

La salud mental es tan importante como el tratamiento físico. No podemos sanar un cuerpo que vive en constante alerta sin cuidar el bienestar emocional. Recomiendo poner límites claros, practicar respiración consciente, mantener una alimentación equilibrada y participar en grupos de apoyo. Allí encontramos comprensión y fuerza para seguir adelante”, concluye Luz Marina Araque.

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