El cuadro «Sol poente», de la pintora brasileña Tarsila do Amaral, avaluado en 250 millones de reales (unos 50 millones de dólares) y que había sido robado a una anciana multimillonaria por su propia hija, fue recuperado en Río de Janeiro, informaron este miércoles las autoridades.
El cuadro, una de las principales obras de Amaral (1886-1973), considerada la mayor exponente de la pintura brasileña, fue localizado debajo de una cama en la residencia de uno de los integrantes de una banda de estafadores, que al parecer era liderada por la hija de la mujer de 82 años.
Según la Policía Civil, la banda sustrajo un monto avaluado en 720 millones de reales (unos 144 millones de dólares), entre obras de arte, joyas y dinero pedido a la anciana por estafas y extorsiones.
Hasta el momento, han sido capturadas al menos cuatro personas en el operativo realizado por la Comisaría Especial de Atención a las Personas de la Tercera Edad de Río de Janeiro, en cumplimiento de seis órdenes de captura y otras de allanamiento, además del bloqueo de cuentas bancarias y bienes de los sospechosos.
De acuerdo con las investigaciones, el crimen fue «articulado» por la hija de la víctima, quien con la ayuda de una falsa vidente fingió estar con una enfermedad terminal, asegurando que le quedarían pocos días de vida.
«Por tener un lado místico y una hija que enfrenta problemas psicológicos desde la adolescencia, la anciana fue convencida, inclusive por la propia hija, a realizar los pagos solicitados para el tratamiento espiritual propuesto», detalló la Policía en un comunicado.
Las estafas, que comenzaron en enero de 2020, pasaron a convertirse en extorsiones cuando la anciana descubrió a la falsa vidente y su hija despidiera a a los empleados domésticos para aislarla.
La mayor parte del robo fue de obras de arte, con pinturas de Tarsila do Amaral y Di Cavalcanti (1897-1976), tres de ellas avaluadas en 300 millones de reales (unos 60 millones de dólares) y recuperadas en una galería de Sao Paulo.
«El propietario del establecimiento confirmó que vendió otras dos obras para el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires y no desconfío por conocer a la familia (propietaria) y porque los cuadros habían sido entregados por la propia hija de la anciana», viuda de un reconocido coleccionador de arte, indicaron las autoridades.
El cuadro «Sol poente», de 1929 y que estaba en la casa de uno de los supuestos estafadores presos, forma parte de la fase conocida como «antropófaga» de la obra de la artista y que se caracteriza por los colores fuertes de figuras de su imaginario con sueños y recuerdos de la infancia.