Las historias del folclor vallenato no andan de prisa, sino que se quedan fijadas en cantos como le sucedió al nunca olvidado compositor José Hernández Maestre, quien en la década del 80 le entregó su amor a una joven patillalera.
Ella, fue la musa de varias de sus más bellas canciones hasta que de un momento a otro el pentagrama se rompió por cosas del destino, y lo hizo expresar que la felicidad estaba perdida.
Una historia más que relata la fortaleza del folclor vallenato que nació para extenderse por todo el mundo.
Adjunto la Crónica y dos fotos de los protagonistas.