Los sueños en la vida se cumplen y aquel padrino que bautizó a su ahijado en Urumita, La Guajira, en esta ocasión lo tuvo a su lado, pero para cantar.
Es una historia en tres fases donde los artistas cuentan ese sueño cumplido de la grabación, y el compositor Amilkar Calderón la historia, donde aparecen dos mujeres que al final naufragaron en el mar del destino, pero quedó la canción. En aquel momento el compositor estaba cansado de tantas derrotas del corazón y dejó la mayor constancia en letra y música.
La crónica es un paseo y hasta se vuelve a llorar a través de la llama del recuerdo que se niega a apagarse porque aparecen aquellos que estuvieron en el trance del dolor por el inesperado adiós del amor
La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata desea que los reconocimientos para ustedes periodistas que ejercen su oficio con pasión y honor, sean hoy y siempre tan inagotables como las melodías de nuestro amado folclor vallenato.